jueves, 8 de marzo de 2012

Refuerzo VS. Castigo


A menudo las personas actuan sobre el ambiente que les rodea para conseguir unos resultados. Si estos resultados son favorables, el comportamiento desarrollado tiende a repetirse y se consolida. Estos efectos o consecuencias son los llamados reforzadores. Reforzadores y gratificaciones o recompensas son terminos similares que se utilizan en el mismo sentido. Se trata de ciertos hechos que aumentan la conducta que les precede, sea en intensidad, sea en frecuencia.

Cuando castigamos una conducta aplicando consecuencias aversivas, hablamos de castigo positivo y cuando castigamos una conducta eliminando estimulos positivos para el nino, hablamos de castigo negativo. Son procedimientos de castigo negativo el tiempo fuera y el costo de respuesta. Del tiempo fuera hablaremos mas adelante.

 Refuerzo e incremento de conductas
Las consecuencias positivas que siguen a una conducta reciben el nombre de reforzadores, dado que ayudan a reforzar y fortalecer la conducta. Existen dos formas basicas de reforzar una conducta:

  • La conducta va seguida de un premio o una recompensa, ya sea material (un juguete, un dulce) o social (una palabra de elogio, una sonrisa, la atención de los adultos, etc.). En este caso, la consecuencia positiva que sigue a la conducta recibe el nombre de reforzador positivo, y hará que el comportamiento sea mas probable en el futuro. Si cuando Pedro come solo, ordena su cuarto o hace los deberes sus padres le premian por ello, es esperable que Pedro repita dichas conductas con frecuencia y aprenda a realizarlas de forma sistemática.
  • Otro modo de reforzar una conducta es que dicho comportamiento ponga fin a una situación desagradable. Por ejemplo, cuando Luisa tiene que comer pescado(alimento que no le gusta) comienza a hacer arcadas o a decir que le duele el estomago; como consecuencia de ello su madre le retira el pescado. Parece lógico esperar que la conducta de hacer arcadas o de quejarse de dolor de estomago se repita cada vez que Luisa ha de comer un alimento que no le agrada, ya que ha sido reforzada por la desaparición de un acontecimiento negativo para ella. En este caso la conducta de quejarse produce alivio en cuanto que pone fin a una situación aversiva, y el alivio es tambien un potente reforzador. Cuando la consecuencia positiva de una conducta es la desaparición de una situación aversiva que estaba previamente presente hablamos de reforzador negativo.

No hay que olvidar que tanto el refuerzo positivo como el refuerzo negativo constituyen consecuencias positivas de una conducta y, por tanto, ambos fortalecen dicho comportamiento y hacen que este sea mas probable en el futuro.

De lo dicho anteriormente se deduce que cuanto mas se refuerce una conducta o una respuesta, mas probable es que dicha conducta se repita en lo sucesivo. Por el contrario, si a una respuesta se la deja de reforzar o la consecuencia que se deriva de ella es desagradable para la persona que la emite, esta se ira progresivamente debilitando e incluso llegara a desaparecer o a extinguirse por completo.

Tipos de reforzadores positivos:

o Los reforzadores materiales o tangibles (dulces, juguetes, dinero, etc.).
o Los reforzadores de actividad; una actividad que sea agradable para el sujeto
puede funcionar tambien como un potente reforzador (ver la tele, jugar con los
amigos, hacer deporte, dibujar, etc.).
o Los reforzadores sociales son aquellas conductas que otros individuos realizan
dentro de un determinado contexto social. Son reforzadores sociales la atencion,
la sonrisa, el abrazo, las palabras de elogio, etc.

La pregunta que se puede plantear ahora es: ¿Que tipo de reforzadores conviene utilizar? Esto depende de las circunstancias, del tipo de conducta, etc. Sin embargo, existen algunas consideraciones generales que es preciso tener en cuenta.
Los reforzadores materiales y los reforzadores de actividad suelen ser mas potentes, es decir, tienen mas capacidad de refuerzo que los reforzadores sociales, por lo que resulta aconsejable utilizarlos en los primeros momentos del aprendizaje de una conducta. Sin embargo, presentan algunos problemas. El primero, que producen facilmente saciacion. Por ejemplo, si a un nino se le refuerza comprandole todos los dias una bolsa de patatas es posible que el niño acabe cansandose de patatas, por esto, se aconseja administrar mas de un tipo de refuerzo con el fin de que no se produzca este efecto. En segundo lugar, algunos padres y profesores se muestran reacios ¡a pagar¡¨ a los ninos para que se comporten adecuadamente a pesar de que ellos en realidad trabajan tambien por refuerzos tangibles como salario, coches, joyas, etc. Por último, no siempre es posible reforzar con este tipo de estimulos, dado que a veces no estan disponibles, por ejemplo, ir a ver un partido de futbol. Siempre que se utiliza un reforzador material o de actividad debe acompanarse de un reforzador social, con el fin de que con el paso del tiempo se pueda ir retirando el refuerzo tangible y sea el reforzador social el que mantenga la conducta. Por ejemplo, cada vez que Ana recoge su habitacion su mama la premia con un bollo de chocolate y mientras se lo da le dice: ¡Muy bien, estoy muy contenta por tu comportamiento¡¨. Es de esperar que al cabo de un tiempo, el reforzador social "¡estoy muy contenta¡" sea suficiente para que la conducta de recoger la habitacion no se extinga.
Principios y aplicaciones del refuerzo positivo.
A la hora de aplicar reforzadores y con el objeto de maximizar su eficacia es preciso tener en cuenta algunos principios fundamentales:

  • Una recompensa o refuerzo es mas eficaz si se aplica inmediatamente después de la conducta que queremos reforzar, de la conducta adaptada.
  • En las primeras fases del aprendizaje el reforzador debe aplicarse de forma continua, es decir, cada vez que el niño manifieste la conducta que queremos implantar.
  • En los primeros momentos es importante que al niño le sea facil obtener el reforzador con el fin de que se implique mas en la realización de la conducta. Por tanto, es preciso que consiga mucho refuerzo con muy poca conducta.
  • Una gran parte de los comportamientos que queremos ensenar a los niños son conductas complejas, es decir, se componen de pasos diferentes (por ejemplo, lavarse los dientes, vestirse solo, aprender a leer, etc.). En estos casos y para que se aprenda mejor no conviene esperar a que la conducta se de en su totalidad, sino que es mejor reforzar cada uno de los pasos de que se compone.
  • Una vez que la conducta esta aprendida y se da con cierta frecuencia, conviene dejar de reforzarla de forma continua y pasar a reforzarla de forma intermitente. Es decir, no todas las veces que se da la conducta, tan solo cada equis veces o cada cierto tiempo.

Castigo y reduccion de la frecuencia de conductas
El castigo positivo es el metodo mas eficaz a la hora de eliminar una conducta, dado que si este se aplica de modo correcto produce una reduccion rapida y completa del comportamiento que queremos eliminar. Los padres administran con frecuencia castigos a las conductas inadecuadas de los ninos en forma de cachetes, encierros en lugares amenazantes, palabras ofensivas o amenazas, gritos, etc.
Sin embargo, a pesar de ser un procedimiento eficaz, debe ser utilizado como ultimo recurso, cuando los otros procedimientos han fracasado, o en conductas muy inadecuadas o peligrosas que conviene que sean eliminadas de manera inmediata.

En general, podemos afirmar que conviene evitar el castigo como metodo normal de educacion, por las siguientes razones:

  • El castigo puede generar sentimientos de miedo o temor entre padres e hijos.
  • El castigo hace aprender al niño conductas de huida y evitacion, sobre todo respecto de la persona que castiga.
  • Otro de los efectos típicos del castigo y del aprendizaje de evitacion es que el nino aprende a mentir, a engañar, a huir o a ¡§escurrir el bulto¡¨ para escapar del castigo.
  • El niño, ademas, aprende a comportarse agresivamente imitando el modo como se le trata. De padres que gritan, pegan o castigan, es normal encontrar hijos que acaban haciendo lo mismo.
  • A través del castigo, normalmente, se le ensena al niño lo que no debe hacer, pero no se le indica cual es la conducta positiva que se espera de el.

Por todas estas razones desde el Analisis Aplicado de Conducta se opta por el refuerzo positivo. Como se ha mencionado el castigo puede ser muy eficaz y, ademas, necesario en ocasiones muy extremas; por ejemplo, en caso grave de autolesiones en donde el bienestar del niño o niña esta en serio peligro.

En un estudio, se aplicó castigo positivo a una joven que se golpeaba la cabeza violentamente contra diferentes superficies (suelo, pared, muebles) y, en ocasiones, daba cabezazos a las personas de su entorno. Puesto que se suponia que las autolesiones eran reforzadas por la estimulacion sensorial que les reportaba (recordemos que, por lo general, las personas con retraso mental grave o con autismo tienen el umbral del dolor alterado). Se uso un dispositivo vibrador colocado en el brazo de la joven que se activaba cuando empezaban las autolesiones. El principio basico de este dispositivo es que enmascaraba, gracias a su vibracion, la estimulacion procedente de los golpes en la cabeza. En este caso, el uso del castigo era necesario, pues urgia reducir dicha conducta por el grave riesgo que suponia para quien la emitia.

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