jueves, 8 de marzo de 2012

Exintición


Esta técnica se basa en la idea de que una conducta que se mantiene gracias a las recompensas que recibe, puede desaprenderse si deja de ser recompensada.

Concepto de extinción
El procedimiento de extinción consiste en suprimir el reforzador de una conducta previamente reforzada. Es decir, establecer las condiciones para que la persona no reciba reforzamiento tras la emisión de las conductas desadaptadas. Atención, aprobación, reforzadores materiales dejan de seguir contingentemente a la conducta que se desea reducir.
EJEMPLO. Cada vez que Carlos grita y patalea, nosotros vamos y le prestamos atención a su conducta diciéndole: “Pero Carlos, ¿Qué pasa? ¿Por qué haces eso? Ven conmigo, vamos a preparar untos la merienda”. Sabemos que cada vez que Carlos grita y patalea nosotros vamos donde está él y hacemos cosas juntos para evitar que vuelva a hacerlo, con lo que Carlos ha aprendido a usar esa conducta para lograr hacer cosas con nosotros. La extinción consistiría en dejarlo gritar y patalear, para que no logre nuestra atención.

Extinción y conductas disruptivas


El hijo de Marta (de 5 años) solía pellizcarla sin motivos aparentes. Marta pensó que debía tener algún problema que le llevara a comportarse de ese modo. En consecuencia, cada vez que su hijo la pellizcaba, dejaba todo lo que estuviera haciendo, le explicaba que no estaba bien que los niños pellizcasen y le preguntaba por qué lo hacía. El chaval solía responder “No lo sé” y volvía a pellizcar al poco rato. Finalmente, Marta explicó la situación a la maestra del niño. Ésta le sugirió que no hiciera caso a los pellizcos, por muy molestos que le resultasen. Marta así lo hizo durante algunas semanas y los pellizcos desaparecieron.

La extinción es un procedimiento muy eficaz para reducir o eliminar problemas cotidianos de comportamiento en los niños. Consiste en ignorar la conducta, eliminar la atención (refuerzo positivo) que esa conducta provoca. Si se es constante en la puesta en marcha de este procedimiento, el niño acabará dándose cuenta de que actuando de ese modo ya no obtiene la recompensa de la atención, por lo que es esperable que de forma gradual deje de emitir esa conducta. A la hora de poner en marcha la retirada de atención y con vistas a maximizar la eficacia del procedimiento conviene:

 Evitar mantener contacto ocular con el niño o hacerle algún tipo de señal no verbal (gesto, mueca, etc.). Para ello puede ser útil volverse de espaldas o incluso salir de la habitación donde esté el niño.

 No mantener ningún contacto verbal con él. Si el padre/madre ha decidido ignorarle no debe decirle nada; se debe recordar que reprochar, sermonear, explicar, etc., son formas de prestar atención y, por tanto, de reforzar conductas no deseada.

 No mantener ningún contacto físico y si él se acerca, lo mejor es apartarse sin decir nada.

 Es importante comenzar a ignorar al niño tan pronto como la conducta comienza y dejar de hacerlo cuando la conducta inadecuada termine. Por ejemplo, si Miguel ha comenzado una llantera porque quiere bajar al parque y la madre ha decidido ignorarle, deberá retirar la atención desde los primeros momentos en que Miguel comienza a hacer pucheros, y mantenerse así hasta que la llantera desaparezca del todo. Una vez terminada, puede comenzar a hacerle caso de nuevo, pero sin referirse para nada a lo sucedido anteriormente.

 Hay que tener presente que la retirada de atención es un procedimiento de extinción, por tanto, es esperable que en los primeros momentos de su puesta en marcha se produzca un aumento de la frecuencia de la conducta y un agravamiento de la misma.

 Es necesario ser paciente; éste es un procedimiento lento que produce una reducción paulatina de la conducta y que, por tanto, requiere paciencia y esfuerzo por parte de la persona que lo lleva a cabo. Por eso, es importante escoger unas condiciones adecuadas para comenzar a implantarlo. Por ejemplo, no parece recomendable comenzar a extinguir la conducta de Raquel de levantarse por la noche e ir a la cama de sus padres, si al día siguiente su padre ha de asistir a una entrevista de trabajo muy importante.

 Es necesario mantener la retirada de atención de forma constante hasta que desaparezca la conducta. Si no se hace así, y de vez en cuando los padres vuelven a prestar atención a dicha conducta, en vez de eliminarla la estaremos reforzando de forma intermitente, lo que hará que ésta se mantenga durante más tiempo.

 Este procedimiento no debe ser empleado en aquellas conductas que puedan suponer un daño para el propio niño o para otros, como, por ejemplo, golpearse la cabeza contra la pared. Tampoco en aquellas conductas que queremos que desaparezcan de forma inmediata, dado que es un procedimiento eficaz pero lento.

1 comentario:

  1. Muy interesante! yo tengo un hijo con sindrome de angelman y a veces muerde, voy a tomar tu consejo para ver si lo deja de hacer, muchas gracias!

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